No hay más que observar cuánto duran los gobiernos para apreciar hasta qué punto la inestabilidad institucional ha sido algo normal en la Argentina.
Si gobernar la Argentina es difícil, dejar el gobierno lo es más aún. A lo largo de la historia, menos de un tercio de los presidentes logró ajustar la duración del mandato a lo establecido en la Constitución (cuatro o seis años, según el momento histórico), lo que equivale a decir que muy pocos consiguieron, hasta hoy, dejar el poder de manera no traumática.
No sólo ia mayoría de los presidentes se fueron mal -o fuera de hora- sino que, literalmente, salieron de la Casa Rosada de las formas más estrafalarias.
Hubo uno que pidió un taxi (Illia), otro salió caminando sin que nadie lo advirtiera (Farrell), dos lo hicieron en helicóptero, aunque por razones diversas (Isabel Perón y De la Rúa), uno voló en avión a la isla Martín García (Frondizi) y otros dos salieron embarcados (Yrigoyen y Perón), aunque no en plan de descanso: los obligaron a permanecer flotando en sendos barcos de guerra (Yrigoyen al final navegó hasta Martín García, donde lo tuvieron preso un año y medio, y a Perón lo despacharon a Paraguay en hidroavión).
Este es un libro que hurga en el desempeño y en la vida de cada uno de ios presidentes argentinos para entender, en particular, cómo y por qué se fueron del poder. Es un libro de historia y de análisis político, pero no fue escrito por un historiador, sino por un periodista.
Pablo Mendelevich no se ha arrogado la capacidad de zanjar discusiones legendarias, pero sí ha hecho gala de su profesionalismo relevando información, con una nutrida investigación bibliográfica y consultas a especialistas; recolectando testimonios y contrastando fuentes.
El final es un libro despojado de prejuicios y con una narración tan fluida que la historia nacional se vuelve más humana.
Editorial: Ediciones B