Niki Segnit cumplió los veinte años sin haber pelado una papa, hasta que un día descubrió, casi por casualidad, que le encantaba cocinar. Aunque le gusta mucho la alta cocina no suele prepararla, y prefiere experimentar con recetas internacionales de platos caseros. Se dedica al marketing especializado en alimentos y bebidas, y ha trabajado con marcas muy conocidas de dulces, snacks, comida para niños, condimentos, productos lácteos, bebidas alcohólicas y refrescos. La autora vive en Londres con su marido.
Editorial: Debate. $125